Ahorro energético en el hogar. Capítulo I: Iluminación

Ahora que el invierno se va acercando, las temperaturas empiezan a acercarse a los números negativos en buena parte del país y las horas de luz cada vez son menos. Parece pues un buen momento para abordar el tema del ahorro energético en los hogares, desde un punto de vista tanto económico como ambiental, ya que como veremos, ambos van de la mano.

Conviene recordar también las continuas subidas en las tarifas de la electricidad, impuestas supuestamente para reducir en parte el déficit tarifario que los consumidores debemos a las compañías eléctricas. Así como el paulatino aumento del gasto energético en los domicilios particulares. Por tanto, siguiendo unas sencillas medidas que están al alcance de todos, conseguiremos no sólo reducir el importe de nuestras facturas, sino ser más sostenibles con nuestro planeta y disminuir nuestra huella ecológica.


Debemos tener en cuenta que el gasto energético en los hogares se distribuye en 3 bloques: iluminación, calefacción y uso de electrodomésticos. Tanto la iluminación como los electrodomésticos son alimentados por energía eléctrica, mientras que la calefacción puede ser por gasoil, gas natural, electricidad o biomasa. Dedicaremos los siguientes 3 capítulos al ahorro energético, centrando un post en cada bloque.

En este post, comenzaremos hablando sobre la iluminación, ya que es aquí donde en proporción se pueden conseguir mayores resultados, adquiriendo una serie de sencillos hábitos relacionados con el encendido y apagado de las luces y el uso de bombillas eficientes. Así, conseguiremos reducir de manera notable el gasto eléctrico en nuestro hogar. 


Aquí os dejo algunos consejos:
  • Apagar las luces que no se utilicen, ya que a la larga generan un consumo importante. Con los fluorescentes se suele pensar que si no se apagan gastan menos que si se encienden varias veces. Esto es falso y, al igual que con las bombillas normales, es mejor apagarlos mientras la habitación esté vacía. En este gráfico, elaborado por la revista consumer, se pueden ver claramente las diferencias entre los distintos tipos de bombillas.

  • Utilizar bombillas de bajo consumo. Reducen hasta un 80% la energía eléctrica con respecto a las incandescentes y duran 8 veces más. Como veis, volvemos a hablar de este tema, ya que hace unas semanas este blog dedicó un post a hablar sobre la aparición en el mercado de bombillas fabricadas sin obsolescencia programada.


  • Donde se necesite más luz durante muchas horas, cambiar a bombillas LED garantiza una rápida amortización.

  • Colocar detectores de presencia en vestíbulos, garajes y zonas comunes para que las luces se enciendan y se apaguen automáticamente.

  • Pintar con colores claros. Si se renueva la casa, hay que tener en cuenta que los tonos claros en las paredes y en los techos permiten aprovechar mejor la luz natural y, por tanto, ahorrar energía eléctrica.

Ya veis que siguiendo estos sencillos 5 pasos podremos incrementar la eficiencia de nuestro hogar en cuanto a su iluminación, ahorrando dinero y siendo más sostenibles.


No hay comentarios:

Publicar un comentario