Ahora que el invierno se
va acercando, las temperaturas empiezan a acercarse a los números
negativos en buena parte del país y las horas de luz cada vez son
menos. Parece pues un buen momento para abordar el tema del ahorro
energético en los hogares, desde un punto de vista tanto económico
como ambiental, ya que como veremos, ambos van de la mano.
Conviene recordar también
las continuas subidas en las tarifas de la electricidad, impuestas
supuestamente para reducir en parte el déficit tarifario que los
consumidores debemos a las compañías eléctricas. Así como el
paulatino aumento del gasto energético en los domicilios
particulares. Por tanto, siguiendo unas sencillas medidas que están
al alcance de todos, conseguiremos no sólo reducir el importe de
nuestras facturas, sino ser más sostenibles con nuestro planeta y
disminuir nuestra huella ecológica.
En este post,
comenzaremos hablando sobre la iluminación, ya que es aquí donde en proporción se pueden conseguir mayores resultados, adquiriendo
una serie de sencillos hábitos relacionados con el encendido y
apagado de las luces y el uso de bombillas eficientes. Así, conseguiremos
reducir de manera notable el gasto eléctrico en nuestro hogar.
- Apagar las luces que no se utilicen, ya que a la larga generan un consumo importante. Con los fluorescentes se suele pensar que si no se apagan gastan menos que si se encienden varias veces. Esto es falso y, al igual que con las bombillas normales, es mejor apagarlos mientras la habitación esté vacía. En este gráfico, elaborado por la revista consumer, se pueden ver claramente las diferencias entre los distintos tipos de bombillas.
- Utilizar bombillas de bajo consumo. Reducen hasta un 80% la energía eléctrica con respecto a las incandescentes y duran 8 veces más. Como veis, volvemos a hablar de este tema, ya que hace unas semanas este blog dedicó un post a hablar sobre la aparición en el mercado de bombillas fabricadas sin obsolescencia programada.
- Donde se necesite más luz durante muchas horas, cambiar a bombillas LED garantiza una rápida amortización.
- Colocar detectores de presencia en vestíbulos, garajes y zonas comunes para que las luces se enciendan y se apaguen automáticamente.
- Pintar con colores claros. Si se renueva la casa, hay que tener en cuenta que los tonos claros en las paredes y en los techos permiten aprovechar mejor la luz natural y, por tanto, ahorrar energía eléctrica.
Ya veis que siguiendo estos sencillos 5 pasos podremos incrementar la eficiencia de nuestro hogar en cuanto a su iluminación, ahorrando dinero y siendo más sostenibles.
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