No contamina, descongestiona el tráfico
y es barata. Este es el resumen con el que desde el Escarabajo Verde
definen a la bicicleta como medio de transporte, al que yo añado que, además, su uso es saludable. Una frase bastante
acertada, ya que en efecto, el utilizar la bicicleta para movernos
genera 0 emisiones a la atmósfera, disminuye el número de
automóviles en las ciudades, con la reducción de ruido y de
contaminación que conlleva, y es muy económico, puesto que o bien
utilizas tu propia bici o haces uso de uno de los servicios públicos
que han surgido en los últimos años en algunas ciudades españolas.
El Bicing en Barcelona, el SeVici en
Sevilla o el Bizi Zaragoza son algunos ejemplos, siendo el primero el
que de momento ha resultado ser más exitoso, con más de 60 mil
abonados. Sin embargo, este éxito está llevando a que actualmente
se replantee su modelo. Por un lado, como servicio público es
económicamente deficitario por su elevado coste de mantenimiento,
aunque lo cierto es que otros transportes públicos también lo son.
Por otro lado, la presencia un mayor número de ciclistas en las
ciudades ha supuesto un conflicto con los automóviles y con los
peatones. Con los primeros, porque algunos ciclistas no respetan las
normas de tráfico y porque algunos automovilistas conducen de manera
temeraria. Con los segundos, porque algunos ciclistas que circulan
por las aceras no respetan a los caminantes.
Se trata, por tanto, de una cuestión
de civismo por parte de todos, un tema sobre el que se debería
educar y concienciar para que la presencia de bicicletas en nuestras
ciudades sea cada vez menos problemática. Y también desde la
administración se debería hacer un esfuerzo por evolucionar el
modelo urbano, disminuyendo el espacio de la calzada destinado a
automóviles e incorporando carriles bici diferenciados de las aceras
con suficientes zonas de aparcamientos, de forma que cada usuario
tenga su propio espacio. Este modelo lo conocen bien en Holanda
donde, después de denunciar el gran incremento de muertes por
accidentes de tráfico, el Estado apostó por la bicicleta. Hoy
Ámsterdam es la ciudad paradigma de este medio de transporte.
Os dejo dos enlaces relevantes. El
primero, el blog “I love bicis” y, a continuación, el reportaje
que antes he mencionado: “Bicívicos”, de El Escarabajo Verde.
Muy interesante, como de costumbre.
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